sábado, 10 de abril de 2010

Rompiendo los juguetes

Vuelve a estar de actualidad el mayor acelerador de hadrones del mundo, esta vez por funcionar bien.
El Gran Colisionador de Hadrones (LHC) del CERN, en la frontera franco-suiza ha observado colisiones a 7 Tera electrón-voltio y obtenido datos para los proximos de 18 a 24 meses de análisis por los científicos y teóricos.
Yo personalmente hasta el colisionador Tevatrón del FERMILAB americano podía estar de acuerdo, pero esto es llegar demasiado lejos. Vamos a ver lo que estamos haciendo.
Queremos saber el funcionamiento de la naturaleza. Queremos saber cual son los ladrillos básicos que forman la materia. Nos han dado un juguete y queremos saberlo todo sobre el. No creo que halla ningún científico que de niño no le gustara escudriñar lo que cayera en sus manos. Para desarmar un juguete podemos desmontar algunas piezas, despegar otras, pero puede haber algunas que habrá que romper para sacarlas e incluso algunas piezas muy ocultas solo se podrán destrozar para 'sacarlas' a la luz. Si después de todo esto un engreído niño le dice a su papa, que es científico, que conoce todo sobre el juguete porque le ha bombardeado con partículas cercanas a la velocidad máxima que se puede alcanzar en el universo, la de la luz, y ha analizado minuciosamente los restos, este se tendrá que reír y decirle:
-Pero hombre con eso ¿acaso has visto las dimensiones de las piezas funcionando? o por donde se movían dentro del juguete o el color que tenían antes de romperse o la marca que tenían y el nº de patente o peor aun quien lo diseño o quien lo construyo o quien lo vendió. Con esos datos que has obtenido no tienes todos los datos sobre el juguete y lo que es peor ni siquiera los estas buscando en el sitio adecuado.
De eso no podrás obtener una teoría del todo, de ninguna manera. Quizás no pueda existir una teoría del todo.
Esto es lo que pienso de esos grandes incineradores de partículas y de paso de las teorías del todo.
Los científicos solo se están dedicando a romper juguetes pero no les importan las preguntas fundamentales que el hombre siempre se ha hecho a lo largo de la historia y que ni siquiera están buscando en el lugar adecuado.